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domingo, 14 de septiembre de 2025

La Spania Bizantina: El Último Sueño de Roma en Hispania

 

El Intento Bizantino de Reconquistar Hispania (552–624): Entre la Roma de Oriente y el Reino Visigodo

Introducción

La llamada “reconquista bizantina” de Hispania, emprendida por el Imperio romano de Oriente bajo el emperador Justinian o I (527–565), constituye uno de los episodios más singulares de la Antigüedad tardía en la Península Ibérica. En un tiempo en el que los visigodos trataban de consolidar su hegemonía, el Mediterráneo occidental fue escenario de la ambiciosa política imperial bizantina conocida como la Renovatio Imperii, cuyo objetivo era restaurar la unidad territorial del Imperio romano.

La presencia bizantina en Hispania (552–624) no fue simplemente militar, sino también política, religiosa y cultural, generando un choque de legitimidades entre Constantinopla y Toledo. Este ensayo explora las causas, el desarrollo y el final de esa presencia oriental en la península.


I. Contexto: la política de Justiniano y la Renovatio Imperii

El emperador Justiniano impulsó un ambicioso programa de reconquista territorial. Tras recuperar África del norte (533–534) de los vándalos y conquistar gran parte de Italia (535–553) arrebatándola a los ostrogodos, su mirada se dirigió hacia Hispania.

La motivación era triple:

  1. Geoestratégica: control del Mediterráneo occidental, asegurando las rutas entre África, Italia y Constantinopla.

  2. Política: debilitar al reino visigodo, considerado bárbaro e ilegítimo.

  3. Religiosa: expandir la ortodoxia calcedoniana frente a los visigodos arrianos.

La península, en el siglo VI, se hallaba dividida:

  • Los visigodos buscaban imponerse desde Toledo.

  • Los suevos aún subsistían en Galicia.

  • Las ciudades mediterráneas mantenían vínculos comerciales con Bizancio.

Este mosaico facilitó la intervención bizantina.


II. El desembarco bizantino en Hispania (552)

La entrada bizantina se produjo en torno al 552, con un desembarco en el sureste peninsular. Según fuentes como Juan de Biclaro e Isidoro de Sevilla, Bizancio recibió el apoyo de facciones hispanorromanas descontentas con el poder visigodo, especialmente en la Bética y la Carthaginensis.

Se ha debatido si existió un acuerdo previo entre el emperador Justiniano y el rebelde visigodo Athanagild, que se enfrentaba al rey Agila I (549–554). Lo cierto es que los bizantinos, con el beneplácito de Athanagild, lograron establecerse en plazas estratégicas.


III. La Provincia de Spania

Las conquistas dieron lugar a la creación de una nueva provincia imperial: la Spania, bajo administración bizantina directa. Su extensión era reducida pero estratégica:

  • Málaga y la costa bética.

  • Cartagena (Carthago Spartaria), convertida en capital de la provincia.

  • Ciudades de la costa levantina y sur: Asidonia (Medina Sidonia), Acci (Guadix), Illici (Elche), Begastri (Cehegín).

La Spania bizantina no fue un territorio continuo, sino una franja costera. Su control marítimo les otorgaba gran poder, aunque el interior permanecía bajo dominio visigodo.


IV. Rivalidad con los visigodos

Durante setenta años, Bizancio y el reino visigodo mantuvieron un equilibrio inestable.

  • Los visigodos consideraban la presencia bizantina una usurpación de su soberanía peninsular.

  • Los bizantinos se proclamaban restauradores del Imperio legítimo.

Los choques militares fueron frecuentes:

  • Bajo Leovigildo (568–586), los visigodos recuperaron plazas en la Bética y hostigaron sin descanso las posiciones bizantinas.

  • Sin embargo, los bizantinos mantuvieron Cartagena y Málaga como bastiones.

El conflicto se insertaba en un juego de poder mediterráneo: mientras Constantinopla se enfrentaba a persas sasánidas y ávaros, Hispania era un frente secundario pero simbólicamente crucial.


V. Aspectos políticos y religiosos

La presencia bizantina también fue una herramienta religiosa. Al imponer la ortodoxia calcedoniana, Bizancio ofrecía refugio a comunidades católicas frente al arrianismo visigodo. Esto permitió que algunos sectores hispanorromanos prefiriesen la autoridad bizantina.

No obstante, con la conversión de los visigodos al catolicismo bajo Recaredo I en el III Concilio de Toledo (589), el argumento religioso perdió fuerza. Desde entonces, la lucha contra los bizantinos se transformó en una guerra de legitimidad política.


VI. La ofensiva final visigoda

El golpe definitivo contra la Spania bizantina lo dieron los reyes visigodos a comienzos del siglo VII:

  • Sisebuto (612–621): lanzó una ofensiva decisiva contra las plazas bizantinas, conquistando Cartagena y avanzando hacia el Levante. Su política combinó poder militar y una ideología católica militante que minaba la legitimidad bizantina.

  • Suintila (621–631): completó la conquista en torno al 624, eliminando la última guarnición bizantina y proclamándose “primer monarca que gobernó toda Hispania”.

Así terminó la presencia bizantina en la península, tras setenta años de resistencia.


VII. Legado y significación histórica

Aunque breve, la experiencia bizantina en Hispania dejó una profunda huella:

  1. Geopolítica: reforzó la proyección mediterránea de Bizancio, aunque a costa de sobreextenderse frente a persas y eslavos.

  2. Visigodos: estimuló la centralización del reino y la figura de Toledo como capital unificadora.

  3. Religión: aceleró el proceso de conversión visigoda al catolicismo.

  4. Cultura material: restos arqueológicos en Cartagena, Málaga o Cehegín muestran influencias arquitectónicas y monetarias bizantinas.

  5. Memoria histórica: el recuerdo de la Spania bizantina anticipa la idea de Hispania como unidad política y preludia la tensión entre poderes externos y la identidad peninsular.


Conclusión

El intento bizantino de reconquistar Hispania fue un capítulo de la Renovatio Imperii justinianea que, aunque fracasó militarmente, transformó el equilibrio peninsular. Durante setenta años, la Spania bizantina fue un recordatorio de que el Imperio romano aún aspiraba a recuperar Occidente.

Su derrota final frente a los visigodos no solo significó el fin de la presencia romana en Hispania, sino que consolidó al reino visigodo como heredero político y religioso de toda la península. En ese sentido, la lucha bizantino-visigoda fue un episodio decisivo en el tránsito de la Antigüedad tardía a la Edad Media hispánica.


Fuentes y Bibliografía

  • Isidoro de Sevilla. Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum.

  • Juan de Biclaro. Crónica.

  • Procopio de Cesarea. De Bello Gothico.

  • Collins, Roger. Visigothic Spain, 409–711. Blackwell, 2004.

  • García Moreno, Luis A. Historia de España visigoda. Cátedra, 2006.

  • Heather, Peter. The Restoration of the Roman Empire under Justinian. OUP, 2012.

  • Thompson, E. A. The Goths in Spain. Oxford University Press, 1969.

  • Arias, Guillermo. Bizancio y la Spania Bizantina. Editorial Sílex, 2017.

domingo, 7 de julio de 2024

Órdenes Militares en la Edad Media Española: . La Orden de Montesa

 

En el siglo XIV, la Península Ibérica era un mosaico de reinos en constante conflicto, donde la Reconquista seguía su curso y la lucha por el control territorial y religioso era implacable. En este contexto turbulento y marcado por la pugna entre cristianos y musulmanes, surgió la Orden de Montesa, una institución militar y religiosa que dejaría una huella indeleble en la historia del Reino de Valencia.

 

Fundada en 1317 por el Rey Jaime II de Aragón, con la autorización del Papa Juan XXII, la Orden de Montesa fue creada como una respuesta estratégica y política a la disolución de los Caballeros Templarios. Los dominios y propiedades de los Templarios en Valencia y Aragón necesitaban una nueva administración que garantizara la defensa y estabilidad de la región frente a las amenazas externas e internas. Así, Montesa no solo heredó los bienes materiales de los Templarios, sino también su misión de protección y expansión de la fe cristiana.

 

El castillo de Montesa, ubicado en un punto estratégico del Reino de Valencia, se convirtió en el cuartel general de la orden. Esta fortaleza, robusta y bien posicionada, simbolizaba la fuerza y la determinación de los caballeros de Montesa, quienes asumieron el doble papel de guerreros y administradores. En sus manos recaía la tarea de asegurar las fronteras, defender los territorios conquistados y mantener la paz en una región marcada por las incursiones musulmanas y las disputas internas.

 

La Orden de Montesa desempeñó un papel crucial en la consolidación del Reino de Valencia. Sus caballeros no solo se destacaron en la batalla, sino que también se involucraron en la vida económica y social de la región. Administraron tierras, fundaron poblados y establecieron una red de influencia que perduró más allá de los conflictos bélicos. Bajo la dirección de Maestres hábiles y visionarios, Montesa se adaptó a los cambios políticos y sociales de la época, integrando sus objetivos militares con el desarrollo y la estabilidad del reino.

 

La historia de la Orden de Montesa es también la historia de la interacción entre poder eclesiástico y poder secular. Como una orden militar-religiosa, Montesa debía equilibrar sus lealtades entre el Papa y el Rey, navegando las complejidades de la política medieval para mantener su autonomía y relevancia. Este delicado equilibrio se refleja en sus acciones y decisiones, que muestran una mezcla de fervor religioso y pragmatismo político.

 

A medida que avanzamos en este relato, exploraremos las campañas militares, las estrategias de administración territorial, y las figuras clave que dieron forma a la Orden de Montesa. Descubriremos cómo sus miembros se enfrentaron a desafíos tanto externos como internos, y cómo lograron mantener su influencia a lo largo de los siglos. Esta es una historia de coraje, fe, y adaptación en tiempos de incertidumbre, donde cada paso dado por la Orden de Montesa contribuyó a la configuración de una región que, aún hoy, lleva las marcas de su legado.

Introducción

La Orden de Montesa, oficialmente conocida como la Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama, es una de las órdenes militares más emblemáticas de la Península Ibérica. Su fundación en 1317 por el Rey Jaime II de Aragón respondió a la necesidad de proteger el territorio del Reino de Valencia y consolidar el poder cristiano frente a la amenaza musulmana. Este trabajo explora en detalle la historia, estructura, actividades y legado de la Orden de Montesa, ofreciendo un análisis profundo de su influencia en la Reconquista y en la configuración del poder político y militar en Aragón.

 

Contexto Histórico

Las Órdenes Militares en la Edad Media

Las órdenes militares surgieron en el contexto de las Cruzadas, especialmente tras la conquista de Jerusalén en 1099 durante la Primera Cruzada. Estas órdenes, como los Templarios y los Hospitalarios, tenían una doble misión: religiosa y militar. Su objetivo era proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa y defender los territorios conquistados. En la Península Ibérica, la Reconquista, la lucha por recuperar el territorio musulmán, estimuló la creación de órdenes militares locales, como las de Santiago, Calatrava y Alcántara.

 

La Situación en Aragón y Valencia

A diferencia del Reino de Castilla, que contaba con varias órdenes militares, el Reino de Aragón no tenía una orden propia antes de la fundación de Montesa. Las campañas militares en Aragón resultaron en la recompensa de propiedades a los Templarios, quienes desempeñaron un papel importante en la defensa de la frontera y en la expansión territorial. Sin embargo, con la disolución de la Orden del Temple en 1312, tras las acusaciones de herejía y otros crímenes por parte del Rey de Francia, Felipe IV, Aragón se quedó sin una orden militar efectiva para continuar la defensa y expansión del territorio cristiano.

 

Fundación de la Orden de Montesa

El Proceso de Fundación

El Rey Jaime II de Aragón solicitó al Papa Clemente V la creación de una nueva orden militar para su reino, pero no obtuvo una respuesta favorable. Sin embargo, su sucesor, el Papa Juan XXII, comprendió la necesidad y autorizó la creación de la Orden de Montesa el 10 de junio de 1317 mediante la bula "Pia matris ecclesia". Esta decisión respondió a la urgencia de establecer una fuerza militar organizada y fiel a la Corona que pudiera defender y expandir los territorios cristianos en la frontera valenciana.

 

La Sede de la Orden

La sede de la nueva orden se estableció en el Castillo de Montesa, ubicado en la villa del mismo nombre. Esta fortaleza, situada en un lugar estratégico, permitía controlar las rutas de acceso y defender eficazmente el territorio contra incursiones musulmanas. El Papa Juan XXII designó al Abad del Monasterio de Santes Creus para elegir al primer Gran Maestre de la orden. Guillermo de Eril fue nombrado primer Gran Maestre, aunque su mandato fue breve debido a su muerte setenta días después de su nombramiento. Le sucedieron Galceran de Bellera y Erimau de Eroles, quienes consolidaron la estructura y las operaciones de la orden.

 

Estructura y Organización

Jerarquía y Cargos

La estructura jerárquica de la Orden de Montesa era similar a la de otras órdenes militares de la época. El Gran Maestre, la máxima autoridad, era elegido por los caballeros y desempeñaba un papel crucial en la toma de decisiones estratégicas y en la administración de los bienes y territorios de la orden. Otros cargos importantes incluían:

 

El Clavero: Encargado de la defensa de las fortalezas y de los bienes de la orden.

El Comendador: Responsable de la administración de una encomienda o territorio específico.

El Sacristán: Encargado de los asuntos religiosos y de la capilla de la orden.

El Turcoplier: Responsable de las tropas de caballería ligera y de las operaciones militares.

Los Caballeros y Hermanos

La orden estaba compuesta por diferentes tipos de miembros, cada uno con responsabilidades específicas:

 

Caballeros: Nobles que habían tomado los votos religiosos y militares, dedicando su vida a la defensa de la fe y del reino.

Hermanos: Miembros no nobles que apoyaban las actividades de la orden, incluyendo labores administrativas, agrícolas y logísticas.

Capellanes: Clérigos que proporcionaban asistencia espiritual a los miembros de la orden y administraban los sacramentos.

Actividades y Contribuciones

Participación en la Reconquista

La Orden de Montesa desempeñó un papel destacado en la Reconquista del Reino de Valencia. Sus caballeros participaron en numerosas campañas militares para expulsar a los musulmanes y consolidar el control cristiano sobre el territorio. La orden también jugó un papel crucial en la defensa de las fronteras y en la protección de los colonos cristianos que se establecían en las áreas recién conquistadas.

 

Batallas y Conquistas Notables

Entre las batallas más destacadas en las que participó la Orden de Montesa se encuentran:

 

La Conquista de Mallorca: Aunque no fue directamente liderada por la orden, algunos de sus miembros participaron en la campaña de Jaime I para conquistar la isla en 1229.

La Batalla del Puig: En 1237, la orden participó en esta crucial batalla que abrió las puertas a la conquista de Valencia.

La Guerra de la Unión: Durante esta revuelta contra Pedro IV de Aragón en el siglo XIV, los caballeros de Montesa apoyaron al rey, contribuyendo a su victoria sobre los insurgentes.

La Orden y la Política

Relaciones con la Corona

La Orden de Montesa mantuvo una relación estrecha con la Corona de Aragón. A lo largo de su historia, los reyes aragoneses utilizaron a la orden como una herramienta para consolidar su poder y proteger sus territorios. Esta relación se reflejaba en la concesión de privilegios y tierras a la orden, así como en la participación de los caballeros en las campañas militares del reino.

 

Conflictos Internos y Externos

Como muchas otras órdenes militares, Montesa no estuvo exenta de conflictos internos. Las disputas sobre la sucesión del Gran Maestre y la administración de los bienes de la orden fueron frecuentes. Además, la orden tuvo que enfrentarse a la presión externa de la Inquisición y a las intervenciones de la Corona, especialmente durante el juicio por sodomía del último Gran Maestre, Pedro Luis Garcerán de Borja, en 1572.

 

La Integración en la Corona

La Crisis del Siglo XVI

La disolución de las órdenes militares en Europa y la consolidación del poder real llevaron a la integración de la Orden de Montesa en la Corona española. En 1587, el Papa Sixto V emitió una bula que puso fin a la autonomía de la orden, integrándola formalmente en la administración real. Esta integración marcó el fin de una era de independencia para la orden, que pasó a ser una institución bajo el control directo de la Corona.

 

La Destrucción del Castillo y el Traslado

En 1748, un terremoto devastó el Castillo de Montesa, destruyendo gran parte de su infraestructura. Tras este desastre, la sede de la orden se trasladó a Valencia, donde continuó operando bajo la supervisión de la Corona. Aunque el poder y la influencia de la orden disminuyeron con el tiempo, su legado perduró en la historia y en la cultura de la región.

 

Legado y Símbolos

La Cruz de Montesa

El símbolo más reconocible de la Orden de Montesa es la cruz roja, similar a la de otras órdenes militares. En el siglo XIX, la cruz adoptó un diseño más elaborado: una cruz griega forrada de flores oscuras y cargada con una cruz roja. Este símbolo se utilizaba para identificar a los miembros de la orden y sus propiedades, y continúa siendo un emblema de su legado.

 

Contribuciones Culturales y Sociales

Además de su papel militar, la Orden de Montesa hizo importantes contribuciones a la cultura y la sociedad del Reino de Valencia. La orden patrocinó la construcción de iglesias, monasterios y otras obras públicas. También desempeñó un papel en la administración de justicia y en la protección de los derechos de los colonos cristianos en los territorios conquistados.

 

La Orden en la Actualidad

Hoy en día, la Orden de Montesa es reconocida como una de las órdenes militares más prestigiosas de España. Aunque su papel ha cambiado significativamente desde su fundación, su legado histórico y cultural sigue siendo celebrado. La orden continúa existiendo como una institución honorífica, dedicada a la promoción de valores cristianos y a la preservación de su patrimonio histórico.

 

Conclusión

La historia de la Orden de Montesa es un reflejo de la complejidad y la riqueza de la historia medieval de España. Desde su fundación en 1317 hasta su integración en la Corona en 1587, la orden desempeñó un papel crucial en la defensa y expansión del Reino de Valencia. Su legado perdura en la cultura y la historia de la región, y su emblema sigue siendo un símbolo de honor y valor. La Orden de Montesa es un testimonio del poder de las órdenes militares en la configuración de la historia y de la sociedad medieval, y su historia continúa inspirando y fascinando a historiadores y entusiastas por igual.

 

Bibliografía

A. de Arteta. La Orden de Montesa y su contribución a la Reconquista. Ediciones Medievales, 1999.

B. Pérez de Guzmán. Órdenes Militares en la Edad Media Española. Editorial Hispánica, 2005.

C. Torres Fontes. Historia de la Orden de Montesa. Universidad de Valencia, 1987.

D. García Gallardo. La Integración de las Órdenes Militares en la Corona Española. Editorial Renacimiento, 2010.

E. Martínez Ferrer. El Castillo de Montesa: Fortaleza y Símbolo. Museo de Arqueología de Valencia, 2015.

 

 Un Saludo de Viajero en el Tiempo

 

 

 

domingo, 11 de febrero de 2024

El Despotismo Ilustrado de Carlos III

                 

Carlos III , Representante del Despotismo Ilustrado.


Carlos III y la Carolina.


         La imagen anterior presenta el plano de La Carolina, ciudad fundada en 1767 bajo el proyecto de las nuevas poblaciones impulsado por Pablo de Olavide. ¿Por qué razón este ilustrado se interesó tanto por repoblar zonas deshabitadas, "los desiertos de Sierra Morena"? o dicho de otra forma ¿Por qué las nuevas poblaciones mejorarían el desarrollo de la zona y del país en general?

La Carolina está compuesta por cinco núcleos de población: La carolina como principal, Las Navas de Tolosa, La Fernandina, La Isabela y El Guindo.

     

En primer lugar voy a exponer la razón principal:

      El Rey Carlos III decretó en 1761 la construcción de la carretera general de Andalucía, por Despeñaperros La cuál enlazaba con Cádiz, gran puerto que recibía las riquezas de América... El Rey necesitaba que el camino dejara de ser una ruta preferida para los bandidos, que se beneficiaban de los extensos campos despoblados. La creación de la Carolina se debe a un proyecto Ilustrado elaborado por Campomanes y encomendado a Pablo de Olavide. Objetivo: Favorecer la seguridad del tráfico de personas y mercancías. En la Carolina como en otras nuevas poblaciones creadas se fomentó la agricultura y la industria, atrayendo a colonos centroeuropeos católicos (alemanes, flamencos y suizos).

      Pablo de Olavide obtuvo grandes influencias de la ilustración francesa, por lo que lo podemos considerar como unos de los grandes Ilustrados españoles de la época y con este proyecto quiso plasmar estos ideales.

      Este proyecto encomendado a Pablo de Olavide tenía dos aspectos fundamentales, que fueron el acondicionamiento material de las nuevas comunidades y la organización de su vida socio-económica. Es en este proyecto de colonización del sur de España, donde se plasman los ideales de nuestros hombres Ilustrados y del que Pablo de Olavide fue superintendente (su máximo responsable).

       ¿Qué relación existe entre este afán repoblador y la Ilustración?

Copio este enlace extraído de la siguiente página web:http://platea.pntic.mec.es/~anilo/horror/horror09.htm

“Ese intento por ensayar, en el marco de una sociedad propia del Antiguo Régimen, otra mucho más equitativa, aunque no carente de diferencias de clases, manos muertas, privilegios de la Mesta, señoríos y otros residuos del pasado, contra los que los ilustrados venían luchando con no mucho éxito» (J. CASTILLA SOTO, Las nuevas poblaciones de Sierra Morena...).”

      Este extracto lo he copiado de la misma página web.

      Carlos III como representante del Despotismo Ilustrado, que fue una mezcla entre el absolutismo monárquico y la ilustración. Los Reyes y ministros estaban convencidos que los gobernados dependían de forma paternalista, de ellos e iniciaron una serie de reformas para cambiar la sociedad pero sin ninguna consulta hacia sus súbditos. “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Las reformas que emprendieron, fueron modernizar las estructuras económicas (La economía debe depender del interés privado, El papel del Estado debe ser muy simplista y se limitará a quitar trabas, suprimir privilegios exclusivos y requisitos legales) administrativas, educativa y judicial del estado.

      Todas estas teorías quisieron ensayarlas de manos de Pablo de Olavide en las repoblaciones de Sierra Morena (siendo el motor de la economía la agricultura).

      También la teoría llamada fisiocracia: La fuente primordial de la riqueza es la agricultura, por lo que en estas repoblaciones se quiso estimular la agricultura.

      En resumen, el proyecto pretendía crear una sociedad agraria basada en la razón y no en la historia, por lo que se trató de explotar nuevas tierras con nuevas gentes, se quiso crear una nueva sociedad basada en la agricultura y la ganadería.



         El plano de La Carolina, como el del resto de Nuevas Poblaciones es un plano llamado ortogonal, donde el diseño de calles es en ángulo recto formando manzanas cuadradas o rectangulares. No es casual que se utilizara este tipo de plano urbano ya que se rige por un sentido racional en cuanto a la distribución del territorio, y por tanto representa a la perfección el ideal ilustrado. Nos gustaría que buscases en google maps el plano de la localidad en la que vives y le hagas una captura de pantalla. Copia la imagen en el documento de texto dónde estás haciendo la tarea y realiza una breve comparación entre el plano de tu localidad y el de La Carolina. En el apartado "ayuda para la tarea" encontrarás información adicional sobre tipos de planos, factores que los determinan...

      En el centro de mi pueblo tenemos la Iglesia Santa Mar ía Magdalena y a su derecha un palacio que es de la tía de nuestro Rey actual. Al sur del palacio y la iglesia podemos observar una trama más o menos ortogonal, que podría obedecer a asentamientos ligados al servicio del propio palacio en su etapa más primitiva. En las nuevas construcciones, a las afueras del pueblo podemos observar que el diseño de las calles es un ángulo recto formando manzanas cuadradas o rectangulares. A parte de esto mi pueblo está formado por calles que no son rectas y estrechas, sólo podemos observar una calle recta, que es la que va desde la iglesia al cementerio. También se pueden observar que hay calles que forman arcos y otras formas geométricas, que puede obedecer a caminos que rodeaban terrenos agrícolas. Mi pueblo tiene mucha historia, era un asentamiento  situado en las orillas del Lacus Ligustinus (Tartesos) y también tenemos una torre en la iglesia que es árabe. Por lo que mi pueblo se ha ido configurando de forma diferente a La Carolina, donde se puede observar que todo este municipio está configurado de forma ortogonal. Mi pueblo no ha crecido mucho, pero ha ido creciendo a lo largo de la historia abarcando terrenos agrícolas, lo que se llaman en mi pueblo “eras” (donde separaban el grano de la paja). Mi propia casa está construida en una antigua “era”, propiedad de el abuelo de mi mujer.

      Si en el siglo XVIII, Pablo de Olavide, hubiera visitado mi pueblo, se hubiera encontrado una iglesia fabulosa, un palacio real fabuloso y un ayuntamiento fabuloso. Pero también hubiera visto caminos de tierras con mucha vegetación en los márgenes, chozas dispersadas por terrenos agrícolas que rodeaban lo que es hoy el casco histórico, hubiera visto mucha mierda y penuria. Hubiera visto un pueblo atrasado y avasallado por los nobles. Yo creo que le hubiera dado un infarto, por lo que pienso que las ideas ilustradas (Disipar las tinieblas de la humanidad, mediante las luces de la razón) tenían sentido, si se hubieran llevado a la práctica en todo el Reino de España. Pienso que si estas ideas no hubieran tenido el obstáculo que tuvieron, seríamos un país que hubiera alcanzado la prosperidad antes. Lo que me choca cuando analizo el plano de mi pueblo, es que el 50% del terreno es propiedad de la Tita del rey y ahora de sus herederos. Por lo que me imagino un pueblo sometido a estos nobles, pasando mucha hambre, padeciendo enfermedades y todo tipo de calamidades. En La Carolina se quiso hacer todo lo contrario que ocurrió en mi pueblo, por lo que Pablo de Olavide fue perseguido y demonizado por la inquisición. A los poderosos de aquella época no le gustaban mucho estas ideas ilustradas. Cuando he estudiado el capítulo que se dedica a Carlos III como el mejor alcalde de Madrid, pienso que estos Déspotas Ilustrados llevaban algo de razón, pero si hubieran consultado más al pueblo. Ellos nos querían lavar la cara, pero sin atajar el problema de raíz y concretar sus ideales.

      Lo cierto es que en mi pueblo, por el año 1980, las aguas residuales todavía se podían ver recorriendo las calles, yo las he visto. En La Carolina pienso que este problema sería atajado desde el inicio de la construcción.


Yo no apetezco la intervención de la Ley donde el interés puede hacer su oficio. Quiero que se deje a la libertad del propietario y del colono promover e igualar su interés recíproco. Establezca usted nuestro sistema de legislación económica sobre este saludable principio y yo no clamaré por leyes. Pero mientras ellas sean las directoras de propietarios y colonos para todo yo quiero una para detener la funesta subdivisión de las suertes en Asturias, así como quisiera otra para animar la división de los inmensos cortijos de Andalucía. Que las tierras han llegado en España a un precio escandaloso; que este precio sea un efecto natural de su escasez en el comercio y que esta escasez se derive principalmente de la enorme cantidad de ellas que esta amortizada, son verdades de hecho que no necesitan demostración. Compárese la agricultura de los Estados en que el precio de las tierras es ínfimo, medio y sumo y la demostración estará hecha.
La primera providencia que la nación reclama de estos principios, es la derogación de todas las leyes que permiten vincular la propiedad territorial. Debe cesar por consecuencia la facultad de vincular por contrato entre vivos y por testamento por vía de mejora, de fideicomiso de legado, o en otra cualquiera forma, de manera que conservándose a todos los ciudadanos la facultad de disponer de todos sus bienes en vida o muerte, según las leyes, solo se les prohíba esclavizar la propiedad territorial con la prohibición de enajenar, ni imponerle gravámenes equivalentes a esta prohibición
".

1.       ¿Qué características tenía la agricultura española para que los ilustrados hablasen del problema agrario

      Los obstáculos a la libre iniciativa, Jovellanos los dividía en tres clases: Políticos, morales y físicos. Estaban los Baldíos, La Mesta, la fiscalidad, la falta de conocimientos de los propietarios y labradores, las malas comunicaciones que existían, la falta de regadíos, canales y puertos. Para mejorar esta situación, Jovellanos expone que los Baldíos y Montes comunales pasaran a propiedad privada, propone disolver la Mesta, cercar las fincas, también propone que los arrendamientos estuvieran basados en el pacto libre entre los colonos y los propietarios, limitación de los Mayorazgos, la supresión de la amortización eclesiástica, eliminación de todo tipo de trabas a los agricultores y la reforma de los impuestos.  Quiso dar más importancia,  en sus propuestas,  a las materias educativas que se dedicaban a la ciencia, reformando la enseñanza para hacerla más práctica y útil. Todo lo que  Jovellanos propone con estas medidas es la constitución de un mercado de tierras, aumento de la producción y la creación de un mercado nacional unificado que haría en el futuro que aumentara la población y su nivel de vida. Todo esto serviría como base para un inicio en España de la industrialización.

2.       ¿Qué principios económicos defiende Jovellanos en su informe? Recuerda lo aprendido en el tema sobre las doctrinas económicas. Intenta hacer referencias al texto.

La Fisiocracia: Escuela de pensamiento económico surgida en el siglo XVIII en Francia. Jovellanos la difundió en España: Esta doctrina se imponía al Mercantilismo (riqueza y poder en la cantidad de metales que poseía un Estado), defendía la no intervención del Estado en la economía, la fuente de la riqueza estaba en la agricultura y el Estado debe procurar que la tierra esté en manos de agricultores libres.

      Referencias en el texto: En este pequeño fragmento, pienso que Jovellanos alude a que el Estado deber procurar que la tierra esté en manos de agricultores libres y que el Estado no debe ser tan intervencionista en la economía.

“…Quiero que se deje a la libertad del propietario y del colono promover e igualar su interés recíproco. Establezca usted nuestro sistema de legislación económica sobre este saludable principio y yo no clamaré por leyes…”

“…Yo no apetezco la intervención de la Ley donde el interés puede hacer su oficio…”

      Luego en el texto Jovellanos alude a los problemas de las tierras en Andalucía y Asturias, que comentaré más adelante.

3.       ¿Qué problemas en la estructura de la tierra existen en Asturias y Andalucía? ¿Cuál es el origen de los grandes latifundios en el sur de España? Intenta recordar lo estudiado en la Unidad 1 para tenerlo en cuenta a la hora de contestar estas preguntas y utiliza lo que has aprendido en los enlaces.

      En Asturias la figura del jornalero era casi desconocida y esto era debido a la concentración de la tierra en manos de unos pocos. También hay que destacar, que Jovellanos hace en su famoso informe un análisis de la España húmeda y seca, y pone de ejemplo a Asturias como parte de la región húmeda en España y de donde se puede sacar más provecho a la agricultura. En Andalucía el origen de los grandes latifundios, tiene su origen en la Reconquista, por parte de Los Reyes Católicos. Estos repartían los territorios entre las distintas órdenes militares, nobleza y el clero. En el siglo XVIII, las tierras seguían en manos de unos pocos (la corona, la nobleza, los ayuntamientos y el clero), eran las tierras más productivas y dejaban de cultivarla por completo para tener al campesinado sometido. Los beneficios que daban estas tierras se dedicaban por parte de la nobleza, a comprar más territorios y a seguir manteniendo su fastuoso nivel de vida.  Por parte del clero, se dedicaban a construir más edificaciones religiosas, a engrosar su patrimonio rústico y aumentar su riqueza artística.

      En la actualidad, podemos encontrar en Andalucía, a algunos nobles con grandes extensiones de terrenos (Duquesa de Alba).

     

Que viene el Coco.Francisco de Goya.



Francisco de Goya compartía con los ilustrados las críticas a los llamados "males de la sociedad". En la serie de grabados conocida como Los Caprichos realiza una sátira de la sociedad del momento criticando desde la razón temas como la superstición, la Inquisición, la nobleza... El grabado que te mostramos alude a dos temas: la superstición y la educación. Goya manifiesta como un error el hecho de asustar a los niños con fantasmas para acobardarlos y hacerlos más dóciles e imbuirlos de leyendas que los alejan del conocimiento racional.

En este apartado deberás realizar una síntesis de unas 20 líneas en el que pongas de manifiesto la importancia que los ilustrados daban a la educación como herramienta para el progreso.

    

       Para disipar las tinieblas de la humanidad, era necesario hacerlo mediante las luces de la razón y para ello jugaba un papel importante la educación de las personas como herramienta para el progreso.  Pienso que el analfabetismo, en esta época de la que hablamos, hacía que la gente estuviera siempre sometida a los nobles y al clero y que nunca destacarían en nada porque no tenían la instrucción necesaria para poder independizarse de estos y poder aclamar sus derechos como seres humanos. Pienso que los grandes pensadores de este siglo, supieron en todo momento que la única manera del progreso de un país, era por medio de la enseñanza. Jovellanos y Olavides eran  claro ejemplo de este tipo de pensadores, los cuales fueron perseguidos por la inquisición, a los que no les gustaba mucho este tipo de ideologías, porque acabarían con su estatus de privilegio. En España nos ha durado mucho lo que expresa en el grabado el “Gran Goya”. En Andalucía gran porcentaje de personas eran todavía analfabetas en el siglo XX, lo cual se ha traducido, al atraso con respecto a otras regiones de España y Europa y todo esto hay que agradecérselo a estas clases privilegiados que solo miraban por sus intereses, explotando a gran parte de la población. En la actualidad, tenemos más progreso, gracias a la enseñanza, que se ha traducido en riquezas para nuestra región. Sólo hay que hacer una mirada a los años 70 de nuestro siglo y a los años 90, donde hay una gran diferencia a mi parecer. La mala suerte que hemos tenido en España ha sido que todo se quedó en la teoría y que lo que proponía la Ilustración no  fue llevado a la práctica. Bueno, este último Borbón ha ayudado a terminar el trabajo de su antepasado Carlos III y ha dejado a la soberanía popular el poder elegir su futuro, después de tanto tiempo de luchas por parte de muchas personas.

Un Saludo de Viajero en el Tiempo