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domingo, 14 de septiembre de 2025

La Spania Bizantina: El Último Sueño de Roma en Hispania

 

El Intento Bizantino de Reconquistar Hispania (552–624): Entre la Roma de Oriente y el Reino Visigodo

Introducción

La llamada “reconquista bizantina” de Hispania, emprendida por el Imperio romano de Oriente bajo el emperador Justinian o I (527–565), constituye uno de los episodios más singulares de la Antigüedad tardía en la Península Ibérica. En un tiempo en el que los visigodos trataban de consolidar su hegemonía, el Mediterráneo occidental fue escenario de la ambiciosa política imperial bizantina conocida como la Renovatio Imperii, cuyo objetivo era restaurar la unidad territorial del Imperio romano.

La presencia bizantina en Hispania (552–624) no fue simplemente militar, sino también política, religiosa y cultural, generando un choque de legitimidades entre Constantinopla y Toledo. Este ensayo explora las causas, el desarrollo y el final de esa presencia oriental en la península.


I. Contexto: la política de Justiniano y la Renovatio Imperii

El emperador Justiniano impulsó un ambicioso programa de reconquista territorial. Tras recuperar África del norte (533–534) de los vándalos y conquistar gran parte de Italia (535–553) arrebatándola a los ostrogodos, su mirada se dirigió hacia Hispania.

La motivación era triple:

  1. Geoestratégica: control del Mediterráneo occidental, asegurando las rutas entre África, Italia y Constantinopla.

  2. Política: debilitar al reino visigodo, considerado bárbaro e ilegítimo.

  3. Religiosa: expandir la ortodoxia calcedoniana frente a los visigodos arrianos.

La península, en el siglo VI, se hallaba dividida:

  • Los visigodos buscaban imponerse desde Toledo.

  • Los suevos aún subsistían en Galicia.

  • Las ciudades mediterráneas mantenían vínculos comerciales con Bizancio.

Este mosaico facilitó la intervención bizantina.


II. El desembarco bizantino en Hispania (552)

La entrada bizantina se produjo en torno al 552, con un desembarco en el sureste peninsular. Según fuentes como Juan de Biclaro e Isidoro de Sevilla, Bizancio recibió el apoyo de facciones hispanorromanas descontentas con el poder visigodo, especialmente en la Bética y la Carthaginensis.

Se ha debatido si existió un acuerdo previo entre el emperador Justiniano y el rebelde visigodo Athanagild, que se enfrentaba al rey Agila I (549–554). Lo cierto es que los bizantinos, con el beneplácito de Athanagild, lograron establecerse en plazas estratégicas.


III. La Provincia de Spania

Las conquistas dieron lugar a la creación de una nueva provincia imperial: la Spania, bajo administración bizantina directa. Su extensión era reducida pero estratégica:

  • Málaga y la costa bética.

  • Cartagena (Carthago Spartaria), convertida en capital de la provincia.

  • Ciudades de la costa levantina y sur: Asidonia (Medina Sidonia), Acci (Guadix), Illici (Elche), Begastri (Cehegín).

La Spania bizantina no fue un territorio continuo, sino una franja costera. Su control marítimo les otorgaba gran poder, aunque el interior permanecía bajo dominio visigodo.


IV. Rivalidad con los visigodos

Durante setenta años, Bizancio y el reino visigodo mantuvieron un equilibrio inestable.

  • Los visigodos consideraban la presencia bizantina una usurpación de su soberanía peninsular.

  • Los bizantinos se proclamaban restauradores del Imperio legítimo.

Los choques militares fueron frecuentes:

  • Bajo Leovigildo (568–586), los visigodos recuperaron plazas en la Bética y hostigaron sin descanso las posiciones bizantinas.

  • Sin embargo, los bizantinos mantuvieron Cartagena y Málaga como bastiones.

El conflicto se insertaba en un juego de poder mediterráneo: mientras Constantinopla se enfrentaba a persas sasánidas y ávaros, Hispania era un frente secundario pero simbólicamente crucial.


V. Aspectos políticos y religiosos

La presencia bizantina también fue una herramienta religiosa. Al imponer la ortodoxia calcedoniana, Bizancio ofrecía refugio a comunidades católicas frente al arrianismo visigodo. Esto permitió que algunos sectores hispanorromanos prefiriesen la autoridad bizantina.

No obstante, con la conversión de los visigodos al catolicismo bajo Recaredo I en el III Concilio de Toledo (589), el argumento religioso perdió fuerza. Desde entonces, la lucha contra los bizantinos se transformó en una guerra de legitimidad política.


VI. La ofensiva final visigoda

El golpe definitivo contra la Spania bizantina lo dieron los reyes visigodos a comienzos del siglo VII:

  • Sisebuto (612–621): lanzó una ofensiva decisiva contra las plazas bizantinas, conquistando Cartagena y avanzando hacia el Levante. Su política combinó poder militar y una ideología católica militante que minaba la legitimidad bizantina.

  • Suintila (621–631): completó la conquista en torno al 624, eliminando la última guarnición bizantina y proclamándose “primer monarca que gobernó toda Hispania”.

Así terminó la presencia bizantina en la península, tras setenta años de resistencia.


VII. Legado y significación histórica

Aunque breve, la experiencia bizantina en Hispania dejó una profunda huella:

  1. Geopolítica: reforzó la proyección mediterránea de Bizancio, aunque a costa de sobreextenderse frente a persas y eslavos.

  2. Visigodos: estimuló la centralización del reino y la figura de Toledo como capital unificadora.

  3. Religión: aceleró el proceso de conversión visigoda al catolicismo.

  4. Cultura material: restos arqueológicos en Cartagena, Málaga o Cehegín muestran influencias arquitectónicas y monetarias bizantinas.

  5. Memoria histórica: el recuerdo de la Spania bizantina anticipa la idea de Hispania como unidad política y preludia la tensión entre poderes externos y la identidad peninsular.


Conclusión

El intento bizantino de reconquistar Hispania fue un capítulo de la Renovatio Imperii justinianea que, aunque fracasó militarmente, transformó el equilibrio peninsular. Durante setenta años, la Spania bizantina fue un recordatorio de que el Imperio romano aún aspiraba a recuperar Occidente.

Su derrota final frente a los visigodos no solo significó el fin de la presencia romana en Hispania, sino que consolidó al reino visigodo como heredero político y religioso de toda la península. En ese sentido, la lucha bizantino-visigoda fue un episodio decisivo en el tránsito de la Antigüedad tardía a la Edad Media hispánica.


Fuentes y Bibliografía

  • Isidoro de Sevilla. Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum.

  • Juan de Biclaro. Crónica.

  • Procopio de Cesarea. De Bello Gothico.

  • Collins, Roger. Visigothic Spain, 409–711. Blackwell, 2004.

  • García Moreno, Luis A. Historia de España visigoda. Cátedra, 2006.

  • Heather, Peter. The Restoration of the Roman Empire under Justinian. OUP, 2012.

  • Thompson, E. A. The Goths in Spain. Oxford University Press, 1969.

  • Arias, Guillermo. Bizancio y la Spania Bizantina. Editorial Sílex, 2017.

domingo, 31 de agosto de 2025

“Del Horror al Renacimiento: Roma tras el Saqueo Galo y la Conquista del Lacio”

 El Saqueo Galo y la Reorganización de Roma (390–338 a.C.)

Introducción

El siglo IV a.C. fue decisivo en la historia de Roma. La ciudad, aún en consolidación tras haber instaurado la República, sufrió uno de los traumas más profundos de su existencia: la invasión de los galos y el saqueo del 390 a.C. Este episodio no solo marcó la memoria colectiva romana, sino que también se convirtió en un punto de inflexión en la organización militar, social y política de la ciudad. La reacción romana, encabezada por figuras como Marco Furio Camilo, permitió a Roma no solo recuperarse del desastre, sino proyectarse con mayor fuerza en el escenario itálico.


1. El Saqueo Galo: causas y desarrollo

En torno al 390 a.C. (aunque Tito Livio menciona el 387 a.C.), un contingente de galos senones liderados por Breno atravesó los Apeninos y se enfrentó a los romanos en la batalla de Alia, junto al río del mismo nombre. El ejército romano fue derrotado de manera humillante y la ciudad quedó prácticamente indefensa.

Los galos entraron en Roma y la saquearon, salvo la colina Capitolina, donde los defensores resistieron. De este episodio surge la célebre anécdota de las ocas del Capitolio, que alertaron a los defensores de un ataque nocturno. Finalmente, los romanos acordaron pagar un elevado rescate en oro para que los invasores abandonaran la ciudad. La frase atribuida a Breno, “Vae victis!” (“¡Ay de los vencidos!”), refleja el trauma cultural de este episodio.


2. Reconstrucción y reformas tras el desastre

El saqueo no destruyó a Roma, pero sí evidenció su vulnerabilidad. En consecuencia, se emprendieron reformas estructurales:

  • Urbanas: reconstrucción de murallas más sólidas (las murallas servianas).

  • Militares: reestructuración de la legión, con mayor disciplina y capacidad de maniobra.

  • Políticas: fortalecimiento de las magistraturas republicanas y del Senado, con un mayor control sobre la organización de la defensa.

El personaje central de este proceso fue Marco Furio Camilo, nombrado dictador en varias ocasiones. Aunque su figura se mueve entre la historia y la leyenda, se le atribuye la reestructuración del ejército y la recuperación del prestigio romano frente a etruscos y volscos.


3. La Guerra Latina y la supremacía sobre el Lacio

Tras recuperarse del saqueo, Roma se enfrentó a un nuevo desafío: la resistencia de las ciudades latinas, que buscaban mayor autonomía frente a Roma. El conflicto culminó en la batalla del Lago Regilo (499 a.C., en la tradición mítica) y, sobre todo, en la guerra contra la Liga Latina (340–338 a.C.), que terminó con la victoria romana.

"(La victoria en el Lago Regilo significó el cierre de la puerta a los reyes depuestos y el comienzo de la hegemonía romana en el Lacio. Se firmó el Foedus Cassianum, una alianza entre Roma y la Liga Latina para la mutua defensa y el reparto de los botines de guerra.) "

Roma no se limitó a imponer tributos: creó un sistema innovador de alianzas. Las ciudades latinas fueron incorporadas como aliados federados (socii), lo que significaba que conservaban cierta autonomía interna, pero estaban obligadas a aportar tropas a Roma. Este modelo, más flexible que una anexión directa, permitió a Roma ampliar su base militar y política sin generar un rechazo masivo.


4. Consecuencias históricas

El saqueo galo y la posterior recuperación marcaron una etapa de madurez en la historia de Roma:

  • Se afianzó la idea de que Roma era capaz de superar cualquier crisis.

  • Se consolidó un modelo militar disciplinado, que más adelante sería decisivo contra los samnitas y cartagineses.

  • Nació el sistema de alianzas que se convertiría en la base de la expansión romana en Italia y, posteriormente, en el Mediterráneo.


Conclusión

El saqueo galo del 390 a.C. fue más que una derrota militar: fue un mito fundacional del espíritu de resistencia romano. El miedo a los galos se mantuvo durante siglos, pero el aprendizaje del desastre sirvió para forjar una Roma más fuerte y pragmática. La reorganización emprendida tras este episodio permitió a la República transformar la derrota en una plataforma de expansión.


Bibliografía

  • Cornell, T. J. The Beginnings of Rome: Italy and Rome from the Bronze Age to the Punic Wars (c.1000–264 BC). Routledge, 1995.

  • Livio, Tito. Ab Urbe Condita, Libros V–VI.

  • Forsythe, G. A Critical History of Early Rome. University of California Press, 2005.

  • Beard, M. SPQR: A History of Ancient Rome. Profile Books, 2015.

  • Scullard, H. H. A History of the Roman World 753–146 BC. Routledge, 1980.

domingo, 7 de julio de 2024

Órdenes Militares en la Edad Media Española: . La Orden de Montesa

 

En el siglo XIV, la Península Ibérica era un mosaico de reinos en constante conflicto, donde la Reconquista seguía su curso y la lucha por el control territorial y religioso era implacable. En este contexto turbulento y marcado por la pugna entre cristianos y musulmanes, surgió la Orden de Montesa, una institución militar y religiosa que dejaría una huella indeleble en la historia del Reino de Valencia.

 

Fundada en 1317 por el Rey Jaime II de Aragón, con la autorización del Papa Juan XXII, la Orden de Montesa fue creada como una respuesta estratégica y política a la disolución de los Caballeros Templarios. Los dominios y propiedades de los Templarios en Valencia y Aragón necesitaban una nueva administración que garantizara la defensa y estabilidad de la región frente a las amenazas externas e internas. Así, Montesa no solo heredó los bienes materiales de los Templarios, sino también su misión de protección y expansión de la fe cristiana.

 

El castillo de Montesa, ubicado en un punto estratégico del Reino de Valencia, se convirtió en el cuartel general de la orden. Esta fortaleza, robusta y bien posicionada, simbolizaba la fuerza y la determinación de los caballeros de Montesa, quienes asumieron el doble papel de guerreros y administradores. En sus manos recaía la tarea de asegurar las fronteras, defender los territorios conquistados y mantener la paz en una región marcada por las incursiones musulmanas y las disputas internas.

 

La Orden de Montesa desempeñó un papel crucial en la consolidación del Reino de Valencia. Sus caballeros no solo se destacaron en la batalla, sino que también se involucraron en la vida económica y social de la región. Administraron tierras, fundaron poblados y establecieron una red de influencia que perduró más allá de los conflictos bélicos. Bajo la dirección de Maestres hábiles y visionarios, Montesa se adaptó a los cambios políticos y sociales de la época, integrando sus objetivos militares con el desarrollo y la estabilidad del reino.

 

La historia de la Orden de Montesa es también la historia de la interacción entre poder eclesiástico y poder secular. Como una orden militar-religiosa, Montesa debía equilibrar sus lealtades entre el Papa y el Rey, navegando las complejidades de la política medieval para mantener su autonomía y relevancia. Este delicado equilibrio se refleja en sus acciones y decisiones, que muestran una mezcla de fervor religioso y pragmatismo político.

 

A medida que avanzamos en este relato, exploraremos las campañas militares, las estrategias de administración territorial, y las figuras clave que dieron forma a la Orden de Montesa. Descubriremos cómo sus miembros se enfrentaron a desafíos tanto externos como internos, y cómo lograron mantener su influencia a lo largo de los siglos. Esta es una historia de coraje, fe, y adaptación en tiempos de incertidumbre, donde cada paso dado por la Orden de Montesa contribuyó a la configuración de una región que, aún hoy, lleva las marcas de su legado.

Introducción

La Orden de Montesa, oficialmente conocida como la Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama, es una de las órdenes militares más emblemáticas de la Península Ibérica. Su fundación en 1317 por el Rey Jaime II de Aragón respondió a la necesidad de proteger el territorio del Reino de Valencia y consolidar el poder cristiano frente a la amenaza musulmana. Este trabajo explora en detalle la historia, estructura, actividades y legado de la Orden de Montesa, ofreciendo un análisis profundo de su influencia en la Reconquista y en la configuración del poder político y militar en Aragón.

 

Contexto Histórico

Las Órdenes Militares en la Edad Media

Las órdenes militares surgieron en el contexto de las Cruzadas, especialmente tras la conquista de Jerusalén en 1099 durante la Primera Cruzada. Estas órdenes, como los Templarios y los Hospitalarios, tenían una doble misión: religiosa y militar. Su objetivo era proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa y defender los territorios conquistados. En la Península Ibérica, la Reconquista, la lucha por recuperar el territorio musulmán, estimuló la creación de órdenes militares locales, como las de Santiago, Calatrava y Alcántara.

 

La Situación en Aragón y Valencia

A diferencia del Reino de Castilla, que contaba con varias órdenes militares, el Reino de Aragón no tenía una orden propia antes de la fundación de Montesa. Las campañas militares en Aragón resultaron en la recompensa de propiedades a los Templarios, quienes desempeñaron un papel importante en la defensa de la frontera y en la expansión territorial. Sin embargo, con la disolución de la Orden del Temple en 1312, tras las acusaciones de herejía y otros crímenes por parte del Rey de Francia, Felipe IV, Aragón se quedó sin una orden militar efectiva para continuar la defensa y expansión del territorio cristiano.

 

Fundación de la Orden de Montesa

El Proceso de Fundación

El Rey Jaime II de Aragón solicitó al Papa Clemente V la creación de una nueva orden militar para su reino, pero no obtuvo una respuesta favorable. Sin embargo, su sucesor, el Papa Juan XXII, comprendió la necesidad y autorizó la creación de la Orden de Montesa el 10 de junio de 1317 mediante la bula "Pia matris ecclesia". Esta decisión respondió a la urgencia de establecer una fuerza militar organizada y fiel a la Corona que pudiera defender y expandir los territorios cristianos en la frontera valenciana.

 

La Sede de la Orden

La sede de la nueva orden se estableció en el Castillo de Montesa, ubicado en la villa del mismo nombre. Esta fortaleza, situada en un lugar estratégico, permitía controlar las rutas de acceso y defender eficazmente el territorio contra incursiones musulmanas. El Papa Juan XXII designó al Abad del Monasterio de Santes Creus para elegir al primer Gran Maestre de la orden. Guillermo de Eril fue nombrado primer Gran Maestre, aunque su mandato fue breve debido a su muerte setenta días después de su nombramiento. Le sucedieron Galceran de Bellera y Erimau de Eroles, quienes consolidaron la estructura y las operaciones de la orden.

 

Estructura y Organización

Jerarquía y Cargos

La estructura jerárquica de la Orden de Montesa era similar a la de otras órdenes militares de la época. El Gran Maestre, la máxima autoridad, era elegido por los caballeros y desempeñaba un papel crucial en la toma de decisiones estratégicas y en la administración de los bienes y territorios de la orden. Otros cargos importantes incluían:

 

El Clavero: Encargado de la defensa de las fortalezas y de los bienes de la orden.

El Comendador: Responsable de la administración de una encomienda o territorio específico.

El Sacristán: Encargado de los asuntos religiosos y de la capilla de la orden.

El Turcoplier: Responsable de las tropas de caballería ligera y de las operaciones militares.

Los Caballeros y Hermanos

La orden estaba compuesta por diferentes tipos de miembros, cada uno con responsabilidades específicas:

 

Caballeros: Nobles que habían tomado los votos religiosos y militares, dedicando su vida a la defensa de la fe y del reino.

Hermanos: Miembros no nobles que apoyaban las actividades de la orden, incluyendo labores administrativas, agrícolas y logísticas.

Capellanes: Clérigos que proporcionaban asistencia espiritual a los miembros de la orden y administraban los sacramentos.

Actividades y Contribuciones

Participación en la Reconquista

La Orden de Montesa desempeñó un papel destacado en la Reconquista del Reino de Valencia. Sus caballeros participaron en numerosas campañas militares para expulsar a los musulmanes y consolidar el control cristiano sobre el territorio. La orden también jugó un papel crucial en la defensa de las fronteras y en la protección de los colonos cristianos que se establecían en las áreas recién conquistadas.

 

Batallas y Conquistas Notables

Entre las batallas más destacadas en las que participó la Orden de Montesa se encuentran:

 

La Conquista de Mallorca: Aunque no fue directamente liderada por la orden, algunos de sus miembros participaron en la campaña de Jaime I para conquistar la isla en 1229.

La Batalla del Puig: En 1237, la orden participó en esta crucial batalla que abrió las puertas a la conquista de Valencia.

La Guerra de la Unión: Durante esta revuelta contra Pedro IV de Aragón en el siglo XIV, los caballeros de Montesa apoyaron al rey, contribuyendo a su victoria sobre los insurgentes.

La Orden y la Política

Relaciones con la Corona

La Orden de Montesa mantuvo una relación estrecha con la Corona de Aragón. A lo largo de su historia, los reyes aragoneses utilizaron a la orden como una herramienta para consolidar su poder y proteger sus territorios. Esta relación se reflejaba en la concesión de privilegios y tierras a la orden, así como en la participación de los caballeros en las campañas militares del reino.

 

Conflictos Internos y Externos

Como muchas otras órdenes militares, Montesa no estuvo exenta de conflictos internos. Las disputas sobre la sucesión del Gran Maestre y la administración de los bienes de la orden fueron frecuentes. Además, la orden tuvo que enfrentarse a la presión externa de la Inquisición y a las intervenciones de la Corona, especialmente durante el juicio por sodomía del último Gran Maestre, Pedro Luis Garcerán de Borja, en 1572.

 

La Integración en la Corona

La Crisis del Siglo XVI

La disolución de las órdenes militares en Europa y la consolidación del poder real llevaron a la integración de la Orden de Montesa en la Corona española. En 1587, el Papa Sixto V emitió una bula que puso fin a la autonomía de la orden, integrándola formalmente en la administración real. Esta integración marcó el fin de una era de independencia para la orden, que pasó a ser una institución bajo el control directo de la Corona.

 

La Destrucción del Castillo y el Traslado

En 1748, un terremoto devastó el Castillo de Montesa, destruyendo gran parte de su infraestructura. Tras este desastre, la sede de la orden se trasladó a Valencia, donde continuó operando bajo la supervisión de la Corona. Aunque el poder y la influencia de la orden disminuyeron con el tiempo, su legado perduró en la historia y en la cultura de la región.

 

Legado y Símbolos

La Cruz de Montesa

El símbolo más reconocible de la Orden de Montesa es la cruz roja, similar a la de otras órdenes militares. En el siglo XIX, la cruz adoptó un diseño más elaborado: una cruz griega forrada de flores oscuras y cargada con una cruz roja. Este símbolo se utilizaba para identificar a los miembros de la orden y sus propiedades, y continúa siendo un emblema de su legado.

 

Contribuciones Culturales y Sociales

Además de su papel militar, la Orden de Montesa hizo importantes contribuciones a la cultura y la sociedad del Reino de Valencia. La orden patrocinó la construcción de iglesias, monasterios y otras obras públicas. También desempeñó un papel en la administración de justicia y en la protección de los derechos de los colonos cristianos en los territorios conquistados.

 

La Orden en la Actualidad

Hoy en día, la Orden de Montesa es reconocida como una de las órdenes militares más prestigiosas de España. Aunque su papel ha cambiado significativamente desde su fundación, su legado histórico y cultural sigue siendo celebrado. La orden continúa existiendo como una institución honorífica, dedicada a la promoción de valores cristianos y a la preservación de su patrimonio histórico.

 

Conclusión

La historia de la Orden de Montesa es un reflejo de la complejidad y la riqueza de la historia medieval de España. Desde su fundación en 1317 hasta su integración en la Corona en 1587, la orden desempeñó un papel crucial en la defensa y expansión del Reino de Valencia. Su legado perdura en la cultura y la historia de la región, y su emblema sigue siendo un símbolo de honor y valor. La Orden de Montesa es un testimonio del poder de las órdenes militares en la configuración de la historia y de la sociedad medieval, y su historia continúa inspirando y fascinando a historiadores y entusiastas por igual.

 

Bibliografía

A. de Arteta. La Orden de Montesa y su contribución a la Reconquista. Ediciones Medievales, 1999.

B. Pérez de Guzmán. Órdenes Militares en la Edad Media Española. Editorial Hispánica, 2005.

C. Torres Fontes. Historia de la Orden de Montesa. Universidad de Valencia, 1987.

D. García Gallardo. La Integración de las Órdenes Militares en la Corona Española. Editorial Renacimiento, 2010.

E. Martínez Ferrer. El Castillo de Montesa: Fortaleza y Símbolo. Museo de Arqueología de Valencia, 2015.

 

 Un Saludo de Viajero en el Tiempo

 

 

 

martes, 14 de mayo de 2024

"El Legado de Gilgamesh: Trascendiendo la Inmortalidad"

       






      En el vasto y antiguo paisaje de la antigua Mesopotamia, entre los ríos Éufrates y Tigris, floreció una civilización cuyas leyendas han resistido el paso del tiempo. En el corazón de esta tierra, en la majestuosa ciudad de Uruk, se teje la epopeya de un rey legendario: Gilgamesh. Esta es la historia de un hombre cuya ambición era tan vasta como su reino, cuya fuerza era igualada solo por su soberbia. Acompañado por un compañero creado por los dioses mismos, Gilgamesh se embarca en una búsqueda épica, desafiando a dioses y monstruos en su búsqueda de la inmortalidad. Pero en su viaje, descubrirá que el verdadero legado de un hombre reside en las huellas que deja en el mundo y en los corazones de quienes lo recuerdan. Esta es la leyenda de Gilgamesh, una historia de valentía, amistad y el eterno anhelo humano por trascender los límites de la mortalidad. 
      
      Había una vez, en la antigua tierra de Sumeria, una ciudad llamada Uruk, conocida por su esplendor y grandeza. En esta ciudad, reinaba un poderoso rey llamado Gilgamesh, un hombre valiente y astuto, pero también arrogante y soberbio. Gilgamesh era tan fuerte que ningún hombre podía igualarlo en batalla, y su fama se extendía por toda la región. Sin embargo, su corazón estaba lleno de ambición y deseaba probar su valía de manera constante. Esto lo llevó a emprender grandes hazañas y aventuras, buscando desafíos que pudieran igualar su fuerza. Un día, los dioses decidieron enviar un compañero a Gilgamesh, alguien que pudiera equilibrar su arrogancia con sabiduría y compasión. Así fue como crearon a Enkidu, un hombre salvaje criado entre los animales, pero dotado de una fuerza y habilidad igual a la de Gilgamesh. Al principio, Gilgamesh y Enkidu se enfrentaron en una batalla épica, pero pronto se dieron cuenta de que estaban destinados a ser aliados y amigos. Juntos, emprendieron numerosas aventuras, desafiando a monstruos temibles y enfrentándose a peligros inimaginables. Una de sus hazañas más famosas fue la búsqueda de la inmortalidad. Guiados por el deseo de trascender la mortalidad humana, viajaron a través de desiertos inhóspitos y montañas escarpadas, enfrentándose a pruebas que pondrían a prueba incluso su valentía y determinación. Finalmente, tras superar numerosos obstáculos y desafíos, Gilgamesh y Enkidu llegaron al Jardín de los Dioses, donde encontraron a Utnapishtim, el único mortal que había sido concedido la inmortalidad por los dioses. Utnapishtim les contó la historia del Gran Diluvio y les reveló que la verdadera inmortalidad reside en el legado que uno deja atrás. Después de escuchar estas palabras sabias, Gilgamesh comprendió que la vida humana es efímera, pero que el verdadero valor reside en las acciones que uno realiza y en cómo se recuerda después de la muerte. Con esta nueva comprensión, regresó a Uruk, donde reinó sabiamente hasta el final de sus días, dejando un legado eterno que sería recordado por generaciones venideras. Y así, la leyenda de Gilgamesh perduró a lo largo del tiempo, como un recordatorio de la fuerza, la sabiduría y la humanidad que yacen en el corazón de cada ser humano.


Un Saludo de Viajero en el Tiempo

domingo, 11 de febrero de 2024

Comentando la novela, "La buena letra".

Comentando la novela, "La buena letra",  Escrito por Rafael Chirbes.






1. Contextualizar históricamente lo narrado en la novela, explicando en qué época se sitúa la acción y qué estaba ocurriendo en España en esos momentos. 
      Comienza la narración de la historia en plena guerra civil. Donde Tomás ciscar y su hermano combaten a favor de la república. La novela narra lo que le está sucediéndole a una familia, en la guerra y luego en la dictadura (primer franquismo 1939-1959). La historia la podemos situar en el levante español, donde la república aguantó más la sublevación. En la novela se narra, el fin de la guerra, la represión (porque lucharon en el bando republicano), la miseria y el hambre en la que vivía una familia.

      Otro dato que puedo aportar para contextualizar la obra es, que después de ver las películas en el cine, se cantaba el cara al sol, con el brazo y la palma de la mano levantados. Época en el que el saludo fascista estaba de moda.

2. ¿A qué hecho de la narración corresponde el título de la obra?

      Cuando le cuenta la historia a su hijo. Ana habla de su cuñada y de todo el dolor que esta le causó a ella y a su marido, con sus mentiras, con sus buenas palabras, con su egoísmo y  dirigiéndose a su hijo, le cuenta:

…”A veces te veía escribir y, a mi pesar, recordaba aquellos cuadernos de ella (el diario). Pensaba: La Buena Letra es el disfraz de las mentiras, las palabras dulces. Ella había tenido razón. Al margen de su camino sólo quedaba lo que en sus cuadernos llamaba, mezquindad y estúpida falta de ambición”…

      Ana en otras ocasiones ve escribir en su diario a su cuñada y también elogia la buena letra que ella tenía, de ahí el título.

3. Selecciona dos párrafos, aquellos que te hayan parecido más impactantes, significativos o representativos de la vida cotidiana del período de postguerra y explica por qué los has escogido.

“…Rumores de fusilamientos que sólo a veces se confirmaban, pero que siempre hacían daño. Aparecieron cadáveres en el manantial, en el huerto de naranjos que tenía una balsa en la que tú siempre querías bañarte cuando eras pequeño y donde una vez casi te

Ahogas; en la playa, en los arrozales. Aprendimos la suciedad del miedo….”

“…Al final de la función, me incorporé como todo el mundo y se me hizo un nudo en la garganta cuando tuve que cantar el Cara al Sol con el brazo en alto. Por la noche, en casa, tu padre, que ya se había enterado, me besó, me acarició el pelo. Entonces sentí que aquella lucha desesperada por la supervivencia era la forma de amor que nos habían dejado…”

      El primer texto lo he elegido, por la represión que hizo el franquismo una vez acabada la guerra. Los vencedores no tuvieron piedad de los vencidos. Yo hago la comparación con la Alemania Nazi, en la que se mataron muchas personas. Aquí en España no se tuvo piedad con los vencidos y a muchos lo mataron fusilados o murieron en la cárcel, por el simple hecho de tener unos ideales políticos diferentes a los de ello.

      El segundo texto lo he seleccionado, porque pone de relieve, la humillación que sufrían los vencidos de la guerra civil. Hay otro texto en el que Tomás decía que le repugnaba ir al cine, porque al final de la película, tenían que cantar el cara al sol.

4. La descripción de la injusticia, la miseria y el miedo en el ámbito privado de la familia de Ana como consecuencia de la situación política es una constante en la narración. Escoge tres momentos en los que creas que éstos se muestran con más claridad.

      La miseria: Las visitas a su cuñado en la cárcel. No podían llevarles nada más que algarrobas o poca cosa. Ellos pasaban hambre y se lo quitaban de su boca para llevárselo a su cuñado. También comenta Ana. “…Cada noche me preguntaba, si es que los demás, no se daban cuenta que la miseria no nos dejaba querernos…”

      La injusticia: “…Por la tarde, supe que Raimundo Mullor pegaba a los que se entregaban. Durante todo el día se escucharon los gritos que procedían de un cuarto que hay bajo la escalera principal del Ayuntamiento y que ahora utilizan los barrenderos. Esa noche me daba más rabia imaginarme a tu padre abofeteado por el mequetrefe

de Raimundo Mullor que muerto de un tiro en una trinchera. Limpio. Me parecía más limpio. Aún era demasiado joven y no sabía de la suciedad de la muerte. Empecé a aprenderla al día siguiente, cuando corrió la voz de que habían fusilado a diez hombres junto a la tapia del cementerio…”

      Con este pequeño texto, vemos la injusticia. La humillación, las palizas que sufrían los vencidos e incluso la muerte sin un juicio justo.

      El Miedo: “…Se quedaron escondidos en el desván, hasta que a los pocos días

anunciaron por el altavoz del Ayuntamiento que habían entrado los falangistas. «Ahora va a venir lo peor», dijo tu padre…” “…Rumores de fusilamientos que sólo a veces se confirmaban, pero que siempre hacían daño. Aparecieron cadáveres en el manantial, en el huerto de naranjos que tenía una balsa en la que tú siempre querías bañarte cuando eras pequeño y donde una vez casi te ahogas; en la playa, en los arrozales. Aprendimos la suciedad del

miedo…”

      La represión del nuevo régimen fue una constante en el desarrollo de los meses siguientes a la posguerra, se instauró el miedo a ser detenido e incluso condenado a muerte, por el simple hecho que te señalen o te denuncien por envidia o por cualquier otra circunstancia. En los contenidos se hace mención, a que el estado de guerra duró hasta 1948.



5. La narración de la supervivencia material es otro de los aspectos que predominan en esta obra. Indica tres ejemplos que corroboren esta afirmación.

“…Nos escondíamos de los controles de consumos. En Reus estuvieron a punto de requisarnos el aceite. Dos garrafas de cinco litros, que nos habían costado una fortuna. El aceite nos parecía un tesoro. Mojaba en aceite el dedo y se lo ponía en la boca a tu

hermana. Estaba convencida de que mientras pudiera darle una gota cada día ni se me iba a morir, ni se me pondría enferma…”

“…Aquel primer invierno después de la guerra pasamos mucho frío. No teníamos picón para el brasero, ni leña para la chimenea. Aún no sé cómo conseguimos resistir en casa…”

“…Esa misma tarde tu padre se industrió un puñado de algarrobas, almendras y boniatos. Le hizo un paquete y se lo mandó todo por medio de un transportista de Bovra que expedía mercancías cada día a Mantell, Alcoy, Jijona y Alicante y que se dedicaba al estraperlo. Aún ignoro de dónde sacó tu padre el dinero para pagar el porte.

      Se pueden escoger muchos ejemplos de  supervivencia material en esta novela, pero estos tres me parecen más relevantes. Hay otro hecho en la novela y es cuando a la cuñada le diagnosticó el médico, problemas de estomago y luego se quedó embarazada. La cuñada se sacaba la comida mejor, para ella y su marido.

6. Pero además de la material, hay una supervivencia emocional, muy ligada a ésta que acabas de ejemplificar y que se pone de manifiesto en este párrafo. ¿Podrías explicarlo?
Cada noche me preguntaba si es que los demás no se daban cuenta de que la miseria no nos dejaba querernos... Una tarde, cogí́ a tu hermana y me la llevé al cine. Ni siquiera sabía qué película pasaban aquel día. Solo quería vengarme de los otros. No me importó que las vecinas me viesen entrar... Por la noche, en casa, tu padre, que ya se había enterado, me besó, me acarició el pelo. Entonces sentí́ que aquella lucha desesperada por la supervivencia era la forma de amor que nos habían dejado.

      Yo pienso que muchas veces el agobio de muchas situaciones que se dan en la vida, haces que te reveles antes situaciones injusta. Creo que esto es lo que le sucedió a Ana, que ya no podía aguantar más esa situación y fue a ver la película con su hija, para desahogarse, de toda la agonía que estaba soportando, aunque la vieran las vecinas cantar el cara al sol y su marido se enterase, luego, de todo esto.


7. ¿Crees que lo que narra la novela sigue estando vigente en la situación actual? Justifica la respuesta tanto si es sí como si es no.

      Yo creo que sí, que todavía, por lo menos en mi pueblo, tenemos abiertas muchas heridas de lo que sucedió en aquel momento. Mi padre, cuando salgo algunas veces con él, me va explicando lo siguiente:

     El padre de fulanito de tal, denunció a mucha gente, el abuelo de fulanito de tal, mató a mucha gente.

      La ley de La Memoria Histórica, Las investigaciones del los crímenes del franquismo, por parte del juez Garzón, etc. Todo esto hace recordarnos, todo lo que sucedió en aquellos momentos fatídicos de nuestra historia.

      Aunque ya hace mucho tiempo de todo lo sucedido, y van muriendo las personas que vivieron aquella época, pasará muchos años, yo pienso que hasta siglos, en que dejaremos de hablar y pensar de aquella época, por lo menos en los pueblos. También, se que en mi pueblo, hay personas que ni se miran o ni se hablan, por el simple hecho, que sus padres eran de bandos distintos. Aunque no es comparable con aquellos años. En los pueblos, todavía se tiene muy presente aquella época y pienso que cuando vamos a votar, todo el mundo sabe a quién votamos, si a derechas o izquierdas, porque en los pueblos estamos etiquetados, de cierta manera, con lo sucedido en la historia reciente de nuestro país.

     

8. Comenta cualquier aspecto de la novela que desees: puede ser un comentario positivo o negativo de la obra, destacar algo de ella...

      Yo creo que la novela, narra espectacularmente la situación vivida en aquellos años de posguerra.



Un Saludo de Viajero en el Tiempo