UN REFUGIO INESPERADO.
Personajes:
Sargento de la Guardia Civil: Don Antonio.
El Cura: Don Federico.
Maestra: Doña María.
Campesino: Nicolás.
Prólogo
En un pueblo del aljarafe sevillano, jugaban al dominó, el Sargento de la Guardia Civil, el Cura del pueblo y su famoso terrateniente. Este día era el 19 de Julio de 1936, cuando los golpistas sublevados en Marruecos, extienden el golpe en la península ibérica.
ACTO PRIMERO
La escena transcurre en el bar del pueblo, donde jugaban al dominó, el Cura, el Sargento de la Guardia Civil y el Terrateniente Don Miguel.
Don Antonio: Me huele a quemado y creo ver una gran humareda, a través de los ventanales, ¿Qué es lo que estará sucediendo?
Don Federico: (Se asoma a la puerta y exclama). ¡Es la iglesia, que está en llamas¡
Don Miguel: Tienen que ser esos anarquistas, que son como el demonio, odian a la iglesia y a nuestra tradición católica, la cual se ha forjado durante siglos en España.
Don Antonio: pronto estarán aquí los salvadores de la patria y acabaremos con estos demonios. En Sevilla también se han sublevado los militares. Pero mientras tanto, intentaré reunir a mis hombres y castigar a los culpables de este acto cruel.
Don Federico: ¡Hay un tumulto en la calle, y se oyen muchos gritos, será mejor refugiarnos en el cuartel¡
Don Antonio: Si nos iremos al cuartel, pero saldremos por la puerta de detrás del bar, porque nosotros estamos en el punto de mira de esos rojos.
(Los tres salieron corriendo y se dirigieron al cuartel y Don Antonio con pistola en mano).
Don Antonio: Si algún desgraciado se le ocurre atacarnos, no dudaré en disparar.
Don Federico: ¿Por qué hemos llegado a esta situación?
Don Miguel: Esta situación ha sido provocada por los enemigos de la patria, nos han querido despojar de nuestra tierras, las cuales hemos heredados desde generaciones pasadas, nos han querido inculcar el ideal Marxista, nos han querido lavar la mente con la reforma de la educación, han querido dañar nuestra tradición cristiana, forjada desde siglos, quieren desmembrar España y quieren hacer un ejército a su medida. Por lo menos tenemos el consuelo, de tener militares con agallas, que acaben con esta situación, que se está volviendo insostenible, para nuestros intereses.
ACTO SEGUNDO
Transcurre en el cuartel de la Guardia Civil, donde habían llegado los tres protagonistas del acto primero. En el cuartel se hallaban en ese momento un campesino arrestado y una maestra afín al régimen republicano, también arrestada, los cuales tenían una conversación.
Nicolás: No entiendo tu delito, eres la maestra del pueblo y ahora te encuentras en la cárcel.
Doña María: Estoy arrestada porque algunos padres me han denunciado, porque según ellos, adoctrino mal a sus hijos e influyo negativamente en la educación de sus hijos. Desde que se ha producido el golpe de Estado, están deteniendo en este pueblo a mucha gente. Otros siguen batallando, porque estoy escuchando disparos y oliendo a humo desde aquí. ¿ Y tú porque estás aquí?
Nicolás: Estoy afiliado a la CNT desde que Alfonso XIII abandonó España. He sido un activista, he luchado por el reparto de tierras, por paliar las miserias de nuestra Andalucía querida, donde muchos terratenientes explotan diariamente a nuestros campesinos con un sueldo de mierda. Ayer me denunciaron y me detuvo la Guardia Civil, porque soy un anarquista muy señalado en este pueblo.
Doña María: Yo estoy afiliada al PSOE. Tenía mucha ilusión puesta en el bienio de las reformas, ustedes han tenido poca paciencia y habéis dinamitado todo este proyecto iniciado por Manuel Hazaña, habéis propiciado que la extrema derecha ocupara el gobierno, animando la abstención. Habéis contribuido a derramar sangre de nuestros hermanos, y todo por no tener paciencia suficiente para que estas reformas llegaran a buen puerto. Todo se construye poco a poco y con tolerancia. Yo he participado en las misiones pedagógicas, he intentado explicar a todo el mundo, que hay que ser moderado. Los extremos de derechas e izquierdas, no nos llevan a ninguna parte.
Tras este gobierno de derechas, hemos ganado la izquierda, el Frente Popular, pero tenemos mucha sed de venganza, nos hemos radicalizado y hemos provocado aún más a los fascistas. El país como dice Unamuno está bipolarizado en dos extremos irreconciliables.
Nicolás: ¿Te parece que no hemos tenido paciencia? Porque ya llevamos teniéndola mucho tiempo. En Rusia lo han arreglado rápido y han cortado de raíz la opresión.
Doña María: La república ha coincidido con una crisis internacional, la crisis de 29, la cual también nos ha afectado a nosotros, todo esto ha contribuido que las reformas hayan ido lentas, pero yo pienso que si no se hubiera radicalizado la vida pública, estaríamos disfrutando ya de algunos frutos. “Roma no se construyó en dos días”
(Interrumpe el Sargento de la Guardia Civil)
Don Antonio: ¡Callarse, basta de palabras¡ Todavía no sé lo que voy hacer con ustedes. Tengo claro una cosa, que a este anarquista lo vamos a fusilar, porque es un asesino, como los que han matado a Calvo Sotelo. Y tú María, ¿Te parece bien lo que está pasando?, con tanta autonomía y tanta reforma, que vais a acabar con nuestra patria.
(Interrumpe el Cura)
Don Federico: ¡Por Dios¡
Don Antonio: Padre no tengas compasión. Estos rojos han provocado el fuego en su iglesia, quieren acabar con tradiciones Cristianas de siglos. Se merecen lo peor.
Don Miguel: Son unos terroristas, como pudimos ver en 1934, no aguantaron la alternancia en el poder y las decisiones del gobierno del señor Lerroux.
Doña María: Por favor, los extremos no nos llevan a ninguna parte, no creo que este hombre merezca la muerte.
(Don Miguel en un ataque de ira)
Don Miguel: ¡Me han quemado cosechas, han ocupado mis tierras¡
Don Miguel: Y tu María de callas, tu eres cómplice de la situación en la que estamos, apoyaste a las reformas de Azaña, entre ellas la reforma laboral, la reforma agraria, etc. Mis tierras son mías y nadie tiene derecho a expropiarlas. En cuanto a mis agricultores tienen un puesto de trabajo.
Nicolás: Don Miguel, tu eres un explotador, has abusado de los campesinos y las tierras son para quien las trabaja.
(Don Antonio le da con la culata del fusil en la cara a Nicolás y exclama)
Don Antonio: ¡Calla rojo de mierda, sois demonios y os vamos a aniquilar¡
Doña María: La república es una buena solución para este país, somos todos hermanos y debemos llegar a consensos, para reformar este país atrasado. Existe mucho analfabetismo, mucha pobreza, etc. Y eso es lo que hemos querido reformar con el primer gobierno republicano de Azaña, después habéis intentado acabar con todo esto, por medio de contrarreformas y habéis metido en el gobierno a fascistas, habéis radicalizado la república.
Padre, usted no dice nada.
Don Federico: María, yo no veo con buenos ojos lo que habéis querido hacer con nuestra iglesia. Habéis quitado en ese primer gobierno las subvenciones a la Iglesia. Después gracias al gobierno de Lerroux, se ha logrado recobrar estas subvenciones y se ha llegado a un concordato con el Vaticano. ¿Qué voy a decir, si me han quemado la iglesia? Necesitamos orden y disciplina y creo que nuestros generales lo van a conseguir. A parte de esto pienso que Dios os perdonará a todos, porque no sabéis lo que estáis haciendo.
Doña María: Os parece bien, que nos matemos entre hermanos, que este enfrentamiento no va a durar un día, que todo lo construido se va a ir al garete, por la falta de tolerancia y espíritu democrático de ustedes.
(Don Antonio no puede más y ordena pelar y echarle aceite de resino a María)
Don Antonio: ¡Llevarse a esta roja y hacerle como a las demás¡
ACTO TERCERO
María es humillada en los calabozos del cuartel de la guardia civil, mientras en el pueblo se está produciendo una lucha a muerte entre los habitantes. Es el día del fusilamiento de Nicolás, que como a otros es fusilado sin juicio previo.
Don Antonio: Venga, vamos a acabar con estos rojos de mierda, llevarlos al camión.
(Llegan a lugar del fusilamiento y bajan a todos los presos políticos, el cura está allí)
Don Antonio: Bueno, llegó la hora de ajustar cuentas, es hora de que paguéis por intentar destruir nuestra patria.
(Comienza el fusilamiento y Don Miguel presente se saca una pistola de la chaqueta).
Don Miguel: Si alguno quedara vivo, yo lo remato.
(Don Federico, está pronunciando unas oraciones)
Don Federico: Padre Nuestro……
(Justo cuando son fusilados y el cura reza la oración, se presentan un grupo de militares afines a la república y estos comienzan a disparar contra la Guardia Civil, el Cura y el terrateniente, mueren al instante.)
Fin
Un Saludo de Viajero en el Tiempo.