domingo, 17 de septiembre de 2023

El Imperio Romano de Oriente. Bizancio o Imperio Bizantino.


La dinastía heracliana







Batalla entre el ejército de Heraclio y el ejército persa comandado por Cosroes II. Fresco de Piero della Francesca, ca. 1452



      El gobierno de Heraclio venció a las tropas sasánidas ante Nínive y entró en la capital

Ctesifonte en el año 628, recuperando la reliquia de la cruz de Jesucristo, la cual devolvería a

Jerusalen en el año 630. El problema de la religión (monofisitas y diofisita), eran unos de los

temas que ocuparían al emperador Heraclio y a sus sucesores, y el emperador Heraclio, junto al

patriarca Sergio probó una nueva fórmula de unión promulgada en la Edthesis imperial, en el año

638, esta sería completada, por Constante II con la prohibición de más debates sobre la naturaleza

de Cristo (La iglesia occidental y Oriental romperían relaciones)

      Hispania y Rávena se separan del Imperio, dando por terminada la idea de Justiniano (“restitutio

imperii) de restaurar el Imperio (Tenían muchos frentes abiertos).

      Aparece la ideología de la guerra santa como justificación política imperial y en los autores

áulicos. La peregrinación a Jerusalén del emperador para depositar la Vera Cruz fue la victoria

definitiva. Como causa de estas guerras santas, dejaría a los dos imperios agotados permitiendo la

expansión árabe. Bizancio no sucumbió ante tantos problemas y eso fue el gran triunfo de la

dinastía Heracliana. La época heraclida supuso la consolidación de Imperio Bizantino El Gobierno

más problemático fue el de Justiniano II (685-695, 705-711). En su gobierno se celebró el concilio

Quinisexto y provocó la separación de con la Iglesia Occidental. En el siglo VII, el Imperio Romano

de Oriente se transforma en el Imperio Bizantino, debido a su Helenización cultural y la

institución del emperador se había transformado, perdiendo su denominación latina. La lengua latina

desaparece de los documentos oficiales en favor del griego (proceso iniciado por Justiniano).

Aunque ya en el pasado, dentro del Imperio Romano, existían estas diferencias.


Heraclio devuelve la Vera Cruz a Jerusalén, acompañado de forma anacrónica por Santa Helena. Siglo XV, Aragón.








Imperio bizantino,











Un Saludo de Viajero en el Tiempo.

El Siglo I a.C.

      El siglo I a.C es una de las centurias más apasionantes de toda la epopeya humana. En este periodo, la toda poderosa República romana, abandonó sus formas republicanas, para asumir la intitulación imperial. Este siglo del que hablo, es el siglo de Sila, de Mario, de Cinna, de Pompeyo, etc., también fue el siglo de los triunviratos, las Guerras sociales, la convulsiones políticas, las revueltas de esclavos. Hay que recordar la rebelión de Espartaco, que tuvo que luchar, contra el poder opresivo de Roma.

      La República se expandía por todo el mundo conocido, y las legiones, eran sin duda alguna, la mejor herramienta del Estado romano. Los legionarios luchaban en una y otra orilla del Mare Nostrum, mientras que Hispania, se convertía en la ansiada perla a conservar, por parte de la república romana.

      A Roma no le faltaron gentes que se declararon rebeldes, a su opresivo poder, hubo gente que se sublevaron, que dijeron que no. Como he dicho anteriormente tenemos las sublevación de los esclavos.



     En ese siglo I a. C.  Roma se veía agitada por las convulsiones internas, luchas fratricidas, Las llamadas Guerras sociales que devastaban el territorio romano



     En enero del año 81 a. C. Sila entró a sangre y fuego en Roma. Esta entrada sangrienta de Sila en Roma, constituye uno de los momentos más vergonzosos de toda la Historia romana. Este asesino mató a muchos opositores de la facción de los llamados Populares, él era un Optimate.  Sila se convirtió en dictador, capaz de aniquilar cualquier voz discordante. Sila destituye a todos los cargos populares.

     Julio césar, que en aquella época era muy joven, tiene que huir de Roma, porque él también pertenece a la facción de los populares. cuenta la leyenda que Sila, al perdonarle la vida, llegó a decir que en César había muchos "marios". Mario era un opositor a Sila, este hombre fue siete veces Cónsul de Roma, un personaje muy carismático, y también de la facción de los populares en este siglo convulso de la Historia de la República romana.



      Como he dicho antes, hubo opositores al poder de Roma y uno de ellos fue Quinto Sertorio, del que habla Plutarco:

      Quinto Sertorio fue perseguido por Sila. Este personaje encontró refugio en Hispania, donde fue acogido por los Lusitanos. Durante ocho años puso en Jaque al poder de la República romana. Fue traicionado por los que le rodeaban y asesinado en un banquete. Plutarco nos deja estas noticias sobre Quinto en sus Vidas Paralelas.


Este grabado del siglo XIX recrea la escena de la muerte de Quinto Sertorio, en un banquete al que fue invitado por algunos correligionarios para celebrar una supuesta victoria sobre sus rivales.



MARY EVANS / ACI .

Este grabado del siglo XIX recrea la escena de la muerte de Quinto Sertorio, en un banquete al que fue invitado por algunos correligionarios para celebrar una supuesta victoria sobre sus rivales.





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