domingo, 24 de agosto de 2025

      




     El segundo capítulo aborda el tránsito de Roma desde la monarquía hasta la instauración de la república (509 a.C.), un proceso envuelto en narraciones míticas pero con claros fundamentos sociales y políticos. Se analiza la expulsión de Tarquinio el Soberbio (interpretada por la tradición como la consecuencia del ultraje a Lucrecia, aunque en realidad vinculada a tensiones entre la aristocracia y el poder regio) y la instauración de un nuevo sistema de magistraturas anuales (los cónsules), que limitaban la concentración de poder.

El texto examina cómo este cambio no fue una revolución democrática inmediata, sino una transformación dominada por las élites patricias, que consolidaron su autoridad frente a la figura del rey. Sin embargo, la exclusión de amplios sectores de la población provocó conflictos sociales, originando la “lucha de órdenes”. En este contexto se analiza el papel del Senado, la función de los comicios y las primeras magistraturas republicanas (cónsules, pretores, cuestores), así como la importancia de la religión como garante de legitimidad política.

El capítulo estudia también la tensión entre tradición y modernidad: por un lado, se mantuvieron instituciones heredadas del periodo monárquico (como el Senado o la auspicia religiosa), mientras que por otro, emergieron nuevos mecanismos de control como el principio de colegialidad y la temporalidad de los cargos. Se presta atención especial a la creación de los primeros instrumentos jurídicos de la república (la codificación de las XII Tablas, en el 451–450 a.C.), que representó un paso decisivo hacia la formalización del derecho romano y la limitación del monopolio aristocrático sobre la justicia.

En conclusión, este periodo marcó la fundación de un sistema político que, aunque inicialmente oligárquico, sentó las bases de la flexibilidad institucional y la capacidad de adaptación que caracterizarían a Roma durante siglos.

       Si queréis, y si os hacéis miembros del canal , os proporciono el ensayo completo, literalmente como lo digo en el vídeo


Un Saludo de Viajero en el Tiempo.

miércoles, 4 de junio de 2025

La Contra armada de 1589: El desastre oculto de Inglaterra tras la Armada Invencible


      Tras la sonada derrota de la Armada Invencible en 1588, el gobierno de Isabel I de Inglaterra, con el apoyo de inversores privados y del almirantazgo, organizó una imponente expedición militar conocida como la Contraarmada o “Invencible inglesa”. Su objetivo era múltiple: destruir los restos de la flota española, impedir su reconstrucción, ocupar Lisboa fomentando una rebelión contra el dominio filipino, y debilitar al Imperio hispánico en el Atlántico. Liderada por Francis Drake y John Norreys, la expedición fue la más ambiciosa jamás lanzada por Inglaterra hasta entonces.


La empresa partió con cerca de 25.000 hombres entre soldados y marineros, una flota de más de 180 naves y grandes esperanzas de éxito. Sin embargo, la realidad fue muy distinta. En La Coruña, primer objetivo de la campaña, las tropas inglesas se toparon con una feroz resistencia organizada por los civiles y soldados locales, destacando figuras como María Pita, símbolo de la defensa. Tras una dura derrota, la flota siguió rumbo a Portugal, donde esperaba desencadenar una sublevación contra Felipe II.


En Lisboa, sin embargo, el pueblo portugués no se levantó, y la guarnición resistió con firmeza. Además, las tropas inglesas estaban diezmadas por las enfermedades, la desorganización, el hambre y la falta de apoyo local. La expedición acabó en un rotundo fracaso militar y humano, con más de 11.000 muertos, cientos de barcos hundidos o averiados, y ningún objetivo conseguido. Lejos de provocar un colapso español, la Contra armada supuso una inesperada victoria para Felipe II y fortaleció la posición defensiva del Imperio.


Durante siglos, este episodio fue silenciado en la historiografía inglesa, eclipsado por el mito de la victoria frente a la Armada Invencible. Solo en tiempos recientes ha sido estudiado con mayor atención, revelando su verdadera magnitud y su impacto en la guerra anglo-española (1585–1604). Desde el punto de vista histórico, la Contra armada fue no solo una respuesta fallida, sino una lección sobre los límites de la ambición imperial inglesa y sobre la capacidad de recuperación del poder naval hispánico a finales del siglo XVI.



 





 Un Saludo de Viajero en el Tiempo